Angela Guzman, diseñadora nacida en Bogotá, y quien ha trabajado para Apple, Google y Airbnb, habla sobre la relación entre el individuo y las herramientas de la era digital.

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La Interaction Design Association (IxDA) es una organización internacional que nació en 2003 y agrupa a más de 100.000 profesionales que trabajan alrededor del diseño de interacción.

Un poco como su nombre lo dice, este término hace referencia a la forma como un usuario interactúa con un producto, como aplicaciones o sitios web (aunque no se limita a estos dos, ni al mundo digital, vale la pena aclarar).

Es un campo amplio precisamente porque la interacción con un producto pasa por una variedad de elementos y etapas: involucra sonidos, movimientos, lecturabilidad, arquitectura de información.

En este mundo se habla de asuntos como experiencia de usuario (UX) o interfaz de usuario (UI), términos que encierran complejidad y atención por el detalle porque, en últimas, se trata de diseñar la forma como la gente interactúa cientos de miles de horas con herramientas y productos como sistemas operativos, teléfonos móviles, televisores conectados a internet, aplicaciones para subir fotos…

De acuerdo con cifras de la GSMA (el gremio global de los operadores móviles), más de 5.000 millones de personas en todo el mundo tienen un teléfono celular, esto es casi 67 % de la población mundial.

Hablar de diseño de experiencia o de interfaz en un mundo con una sobrepoblación de dispositivos, y eso sólo hablando de celulares, es un reto técnico, logístico y casi que filosófico.

“Creo que el mayor reto es cómo simplificar los procesos de UI y UX. En las empresas, es muy necesario una persona cuyo rol sea entender cuál es el producto de estos productos para pensar en estándares que apliquen para varios dispositivos. Es muy útil tener alguien que pueda supervisar cómo se maneja la experiencia del usuario y entienda cuáles son las expectativas de los usuarios en el teléfono, en el carro…”.

Quien habla es Angela Guzman (sin tildes), experta en diseño de experiencia y quien durante más de una década ha trabajado en Silicon Valley para empresas como Apple, Google y Airbnb. Desde hace poco menos de un año trabaja en su propio emprendimiento, Tijiko, un servicio de asesoría en estilo de vida.

Guzman es una de las invitadas a la conferencia que IxDA realizará entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre en Medellín, titulada Interaction Latin America 2019. Esta es la decimoprimera versión del evento y la primera vez que se realiza en Colombia. En la región, Brasil, Chile y Argentina también han sido sedes del encuentro en versiones pasadas.

El evento contará con 80 conferencias y 18 talleres, en los que participarán más de 13 ponentes internacionales (Guzman incluida), todos expertos en una de las muchas ramas del diseño de interacción.

Para Guzman, uno de los elementos claves en la simplificación de UX y UI de la que hablaba es la estandarización de lenguajes visuales y patrones de diseño para, justamente, permitir la adaptación a cada plataforma y cerrar brechas entre el mar de dispositivos y la infinidad de posibilidades de presentar y consumir todo tipo de bienes en formato digital.

Ahora bien, una de las tensiones en la industria de la tecnología, es cómo avanzar es temas de diseño de experiencia más allá del paradigma del celular. En pocas palabras, cómo evolucionar la forma de interacción del usuario con la era digital sin confinarla al teléfono móvil.

Aparecen acá asuntos como internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) o integración de software con automóviles, televisores inteligentes, entre muchos otros. Uno de los renglones que más destaca en esta conversación son los asistentes virtuales.

Estos últimos representan una de las fronteras más interesantes en interacción usuario-máquina, así como también encarnan algunos de los riesgos y preguntas más urgentes en temas como privacidad, manejo de la información y seguridad.

Sobre éstos, Guzman dice que aunque “en algunos lados han tenido una adopción más lenta que en otros, sí creo que van a estar presentes en muchos productos, no sólo en un altavoz inteligente. Creo que serán más que sólo una forma de hablarle a tu carro o a tu tablet. Lo que creo que pasará es que uno ni se dará cuenta de que estarán ahí porque serán la norma, estarán en el background”.

Una de las posibilidades para masificar la adopción de esta tecnología desde el punto de vista de interacción con el usuario es cómo lograr que los asistentes sean más personalizados, que respondan a las necesidades del individuo.

Aunque ha tenido una carrera de más de una década en Silicon Valley en algunas de las firmas más relevantes en el ecosistema digital, uno de los aspectos que más destacan en Guzman es su comienzo.

La diseñadora, nacida en Bogotá, arrancó su carrera con una pasantía al interior de Apple, en donde hizo parte de uno de los proyectos secretos de una compañía famosa por su secretismo. Guzman formó parte del equipo que creó el primer set de emojis de la compañía (modelado en base a los usados en Japón, país de nacimiento de estos elementos). “En ese momento no sabía qué era un emoji. Pero haber participado en ese proyecto cambió e influenció mi carrera, sin duda”, comenta.

Sobre la cultura de trabajo en Silicon Valley, Guzman opina que “está evolucionando” y es muy positivo “que se busque abrirle más espacio a las mujeres y diversificar, veo muy animada ese impulso. La gente piensa que Silicon Valley es muy diferente del resto del mundo, que es una burbuja. Pero es un lugar con personas de tantos países que es una mezcla de culturas, de opiniones, de actitudes. Me gustaría que parte de esto se pudiera replicar en la tecnología”.

 

FUENTE: EL EXPECTADOR