Al igual que la impresión 3D, los drones se han convertido en una de las tecnologías más revolucionarias y versátiles de los últimos años. Su utilización abarca desde la pesca hasta las labores de rescate en catástrofes como terremotos o tsunamis, así como en la agricultura, donde permiten determinar la madurez del fruto o detectar posibles plagas. Las aplicaciones de los drones también están relacionadas con huertos, aunque esta vez solares. La energía fotovoltaica es cada vez más barata y eficiente, pero requiere grandes superficies para la generación de electricidad. Por ejemplo, una de las mayores plantas de producción de este tipo en el mundo se encuentra situada en la India y ocupa más de cincuenta kilómetros cuadrados. Por supuesto, tales extensiones requieren un mantenimiento, especialmente para detectar paneles averiados o sucios. El primer paso para agilizar tales labores ha sido el uso de drones con cámaras térmicas que generan mapas de calor y permiten detectar las células fotovoltaicas averiadas. A su vez, es necesario procesar toda esa información. Ahí es donde entra en juego el software de inteligencia artificial de Raptor Maps. Solo en 2018, la empresa analizó el 1% de toda la energía solar generada en el mundo gracias a su tecnología para drones.
La nueva tecnología de Raptor Maps tiene resolución suficiente para llegar a analizar hasta células fotovoltaicas individuales. Una vez recolectada toda la información de un huerto solar, se envía automáticamente a los servidores de Raptor Maps, que realizan un proceso de análisis para determinar los posibles problemas, así como el coste asociado a cada uno para que el cliente pueda priorizar las reparaciones. El siguiente paso será trabajar con drones equipados con unidades de procesamiento gráfico para generar los mapas en tiempo real.
Curiosamente, esta start-up estadounidense nació con el objetivo de ofrecer soluciones de reconocimiento aéreo en la agricultura. Pronto, sin embargo, se dieron cuenta de que sus clientes las estaban aplicando en plantas solares, de modo que decidieron especializarse en el desarrollo de herramientas para facilitarles el trabajo en ese campo. Algo lógico si, tal como prevé la Agencia Internacional de la Energía, la energía solar se convierte en la mayor fuente de electricidad del planeta en el año 2050.
Energía solar más limpia (todavía)
La acumulación de polvo y suciedad es uno de los principales factores en la pérdida de eficiencia de los paneles solares a lo largo del tiempo. La situación, además, se agrava en zonas áridas y desérticas debido a la presencia de arena en el entono y en estas áreas donde, precisamente, suelen instalarse más granjas solares. Así, las labores de limpieza pueden llegar a suponer el 60% de los costes operativos de una planta de este tipo. Pero este reto también ha encontrado una solución en el uso de drones capaces de limpiar los paneles de forma autónoma. La tecnología, desarrollada por la empresa Aerial Power, consiste en drones equipados con cepillos giratorios que pueden limpiar los paneles sin necesidad de agua. De acuerdo con la empresa, una de sus principales ventajas de su sistema de inteligencia artificiales que lleva a cabo el proceso de forma autónoma y sin necesidad de operadores humanos.
Fuente: MIT