Ya está publicado el Artificial Intelligence Index Report 2019, el informe anual independiente publicado por el Human-Centered Artificial Intelligence Institute de la Universidad de Stanford en el que se presentan los resultados de los avances en materia de investigación sobre inteligencia artificial. Esta edición ha recogido tres veces más datos que la de 2018 y llega acompañada de Global AI Vibrancy Tool, una herramienta que compara la actividad de todos los países de forma individualizada.
El informe es público y puede leerse en PDF desde este enlace. En este artículo vamos a destacar algunos de los puntos más relevantes y, tras conocerlos, hablaremos del caso español para saber cuál es la posición de nuestro país en el sector de la inteligencia artificial.
El creciente interés por la inteligencia artificial
Empezamos hablando de investigación y desarrollo, y es que según el AI Index Report de 2019, el volumen de artículos sobre inteligencia artificial peer-reviewed ha crecido un 300% en 2018 con respecto a 1998. China sigue siendo el país que más artículos sobre inteligencia artificial publica, hasta el punto de que ha superado a Europa en su conjunto. Sin embargo, Estados Unidos mantiene el liderazgo en cuanto a relevancia (que se mide según el impacto de las citas que reciben sus trabajos), con un Field-Weighted Citation Impact un 50% superior al del gigante asiático.
Otro aspecto que remarca la importancia de Estados Unidos en el sector de la inteligencia artificial es que América del Norte representa más del 60% de la actividad mundial de citaciones de patentes de IA entre 2014 y 2018. El Este Asiático protagoniza el 32% de las citas en revistas de inteligencia artificial a nivel mundial. Como dato relevante, las mujeres tiene una “relativa alta presencia” en la investigación sobre IA en el oeste de Europa, principalmente en los Países Bajos y Dinamarca, así como en Argentina, Canadá e Irán.
El cada vez mayor interés por la inteligencia artificial puede verse también en la cantidad de personas que asisten a las conferencias. Un buen baremo es NeurIPS, la más grande a nivel mundial, que espera que la edición de 2019 (que está teniendo lugar estos días) supere los 13.500 asistentes, un 41% más que en 2018 y un 800% con respecto a 2013. Otras conferencias como AAAI y CVPR también han experimentado una mayor afluencia con un crecimiento del 30% en asistentes.
En la misma línea se mueven Women in Artificial Intelligence (WiML), que ha tenido ocho veces más participantes que en 2014 y AI4ALL, que tiene 20 veces más alumni que en 2015. Para el AI Index Report 2019, “estos aumentos reflejan un esfuerzo continuo para incluir a las mujeres y a los grupos subrepresentados en el campo de la IA”.
También se ha apreciado un creciente interés en el campo de la educación, ya que “las matriculaciones continúan creciendo rápidamente en materias relacionadas con la inteligencia artificial, tanto en las universidades tradicionales de Estados Unidos como en las internacionales, así como en la oferta online”. De hecho, a nivel académico, la IA se ha convertido en la especialización más popular entre doctorados en Ciencias de la Computación en América del Norte, habiéndose duplicado el numero de alumnos. Solo en 2018, el 21% de estos doctorados se especializaron en IA y machine learning.
La industria se ha convertido en el principal tractor de talento. En 2004, la industria se quedaba con el 20% de doctorados en inteligencia artificial, mientras que en 2018 el porcentaje se ha elevado hasta un 60%. En cuanto al género, “la diversificación del profesorado de AI en función del género no ha mostrado un gran progreso, ya que las mujeres representan menos del 20% de los nuevos profesores contratados en 2018. Del mismo modo, la proporción de mujeres doctoradas en AI se ha mantenido prácticamente constante en un 20% desde 2010 en los Estados Unidos”.
La inteligencia artificial también genera riqueza
Los avances en inteligencia artificial también están redundando en la creación de empleo. Singapur, Brasil, Australia, Canadá e India son los países con mayor crecimiento en contrataciones para trabajos relacionado con la inteligencia artificial desde 2015. Llamativo es el caso de Estados Unidos, cuyas ofertas de empleo relacionadas con IA han pasado a ser del 1,32% del total de ofertas de trabajo en 2019. En 2010 eran del 0,26%. La mayoría de puestos están relacionados con el machine learning y, principalmente, están relacionados con el sector de la fabricación y de servicios de alta tecnología.
La inversión también ha crecido significativamente. La inversión en start ups relacionadas con la inteligencia artificial conserva un “crecimiento sostenido”, tanto que si en 2010 se invirtieron 1.300 millones de dólares en 2018 la cifra ha pasado a ser de 40.400 millones. Eso significa que la tasa de crecimiento en la inversión es de un 48% interanual. Mucho dinero. La inversión total en 2019 ha sido de 70.000 millones de dólares.
Los coches autónomos han sido los principales beneficiados por la inversión en 2019, quedándose con 7.700 millones de dólares o lo que es lo mismo, un 9,9% del total. Le siguen la investigación en medicamentos, cáncer y terapias (4.700 millones de dólares), el reconocimiento facial (otros 4.700 millones de dólares), el contenido en vídeo (3.600 millones de dólares) y la detección del fraude bancario (3.100 millones de dólares).
Ahora que hablamos de coches autónomos, una cifra interesante es que el número total de millas recorridas por coches autónomos en el Estado de California ha ascendido a dos millones de millas, 3,21 millones de kilómetros, en 2018. Actualmente hay más de 500 coches autónomos de más de 50 empresas recorriendo las calles, lo que significa que se han multiplicado por siete entre 2015 y 2018.
Las principales preocupaciones
Por último, el informe aborda la percepción de la sociedad y las preocupaciones existentes con respecto al avance de la inteligencia artificial. Por un lado, afirma el informe, “las comunicaciones de los bancos centrales mundiales demuestran un gran interés en la inteligencia artificial, especialmente por parte del Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y la Reserva Federal de Estados Unidos”.
Este creciente interés de las grandes entidades financieras mundiales ha supuesto también un “aumento significativo en la legislación relacionada con la IA en los registros del Congreso (de los Estados Unidos), en los informes de las comisiones y en las transcripciones legislativas de todo el mundo”. Parece, por lo tanto, que los países están empezando a introducir la regulación de la inteligencia artificial en sus agendas, aunque no se mencionan aprobaciones de leyes o regulaciones concretas.
En cuanto a las preocupaciones, el informe ha analizado 59 documentos sobre principios de ética en inteligencia artificial y el resultado es claro: los desafíos más importantes son la imparcialidad, la interpretabilidad y la explicabilidad y la transparencia. Coincide en cierta forma con los datos obtenidos tras analizar 3.600 artículos de prensa a nivel mundial, cuyas preocupaciones pivotan en torno a los marcos legislativos de la IA, la privacidad de los datos, el uso de reconocimiento facial, el sesgo de los algoritmos y el papel de las grandes tecnológicas.
Finalmente, el informe destaca que la inteligencia artificial puede contribuir en todos y cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas a través de “casos de uso identificados”. Sobre todo, el informe destaca hasta 29 casos en el objetivo del bienestar, 24 casos en paz, justicia y fortalecimiento de instituciones, 13 casos en calidad educativa y 10 en la consecución de la no pobreza. Sin embargo, aún hay que “superar los cuellos de botella para desplegar AI para el desarrollo sostenible a escala”.
El caso español
Como decíamos, AI Index Report llega acompañado por un informe desglosado por países y España figura entre ellos. Es complicado medir el desempeño de los países en materia de inteligencia artificial ya que, como explican en la web de Vibrancy Index, “proyectar medidas complejas y heterogéneas hasta un solo número (o incluso un pequeño conjunto de números) está plagado de sutilezas metodológicas y puede ser muy subjetivo o sesgado”. En pocas palabras, son métricas orientativas.
Para medir el desempeño de un país se hace una media de 33 puntos que se dividen en tres categorías: investigación y desarrollo, economía e inclusión. Por ejemplo, el I+D se puntúan el número de patentes de IA o el número de artículos en revistas sobre IA. En economía se contemplan las matriculaciones en IA y la inversión privada en IA y en inclusión el porcentaje de autores femeninos y número de puestos relacionados con IA ocupados por mujeres.
¿Cómo queda España? Por debajo de la media con respecto a los países de altos en ingresos. Nos quedamos algo por debajo en investigación y desarrollo y en economía, aunque superamos a la media en inclusión. Si miramos la fotografía completa, España se queda algo por debajo de la media del resto de países contemplados, destacando principalmente en el porcentaje de matriculados en materias de inteligencia artificial, porcentaje de contrataciones y proporción de autores femeninos. Sin embargo, la media se reduce porque España no destaca en trabajos citados sobre inteligencia artificial, patentes, patentes per cápita o inversión privada, entre otros.
Fuente: Xataka