Intel dijo el miércoles que utilizará los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para presumir su portafolio de nueva tecnología, el cual incluye el monitoreo 3D de los atletas a través de la inteligencia artificial para aumentar la transmisión de eventos durante los juegos.

La tecnología de rastreo utilizará cámaras móviles para capturar videos de los eventos olímpicos que serán usados para generar superposiciones y análisis visuales, según anunció la empresa en Tokio.

La demostración en las Olimpiadas llega en un momento en el que la alguna vez dominante fabricante de chips está en busca de nuevas oportunidades en medio de una proyección de crecimiento modesto en los próximos tres años a la vez que se contrae su cuota de mercado para los chips de computadoras personales.

“Esta es realmente una gran oportunidad para demostrar las tecnologías de microprocesador que hemos estado desarrollando por muchos años, pero también mucho de nuestro trabajo en software, algoritmos y mejoras de la experiencia de transmisión”, dijo Rick Echevarria, gerente general del programa olímpico de Intel en un evento para los miembros del comité organizador de Tokio 2020.

Intel también afirmó que utilizará la realidad virtual para recrear imágenes de las sedes para ayudar a entrenar al personal. Las transmisiones en vivo serán ofertadas para los eventos en pistas, boxeo, voleibol de playa y las ceremonias de inauguración y clausura.

La empresa también llevará a cabo un torneo de cuatro días de e-sports en Tokio justo antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos con un premio de 500,000 dólares al ganador.

En 2017, el Comité Olímpico Internacional reconoció el juego competitivo por computadora como un deporte.

Los e-sports, que con frecuencia llenan estadios de futbol y atraen a una audiencia numerosa en línea aún no son considerados una parte formal de las olimpiadas, pero el COI está abierto a ello, para el disgusto de algunos atletas.

Se espera que los e-sports se conviertan en una competencia reconocida con medallas en los Juegos Asiáticos de Hangzhou en 2022.

Reuters