Alrededor de las redes móviles de quinta generación, popularmente conocidas como 5G, se ha generado un torrente de críticas y disputas en los dos últimos años. Por lo pronto, esta tecnología llamada a conectar todo el planeta ha despertado una batalla comercial entre Estados Unidos y China sin parangón. Pero, también, se ha relacionado con supuestos problemas sanitarios a tenor de la radiación que emiten: se llegó a insinuar, aunque sin fundamento científico, que podían causar enfermedades como el cáncer. Diversos estudios ya se encargaron de desmentirlo. Y ahora se ha llegado a decir que propaga el coronavirus.
Como si fuera una nueva revolución ludita, en la que miles de personas se rebelaron en el siglo XIX contra las máquinas de la época, se han detectado casos en Reino Unido en los que algunas personas han boicoteado y saboteado las antenas de telefonía, según informa el medio especializado «The Verge». Por su parte, «The Guardian» añadió que desde la pasada semana al menos unas veinte antenas en el país habían sido incendiados o destrozados.
La razón se encuentra en una campaña de desinformación incentivada a través de redes sociales y canales de YouTube en donde se ha alimentado la teoría de que la red 5G transmiten el coronavirus. Esta dudosa teoría ha ganado fuerza desde que un médico belga relacionó los «peligros» de la tecnología 5G con el coronavirus durante una entrevista en enero. La empresa de vídeos, según informa el medio «Business Insider», eliminará los vídeos que vinculan falsamente el 5G con el nuevo coronavirus.
Expertos han salido a desmentir el vínculo entre esta tecnología y los casos de contagios. Entre ellos, Michael Gove, «número dos» del Gobierno británico, ha criticado recientemente estas teorías calificandolas de «un sinsentido» y «peligroso». Lo cierto es que la diferencia entre las redes 5G y las generaciones anteriores de servicios móviles (4G, 3G) es que, en este caso, se emplean frecuencias de radio más bajas (en el rango de 6 gigahercios), mientras que 5G usa frecuencias en el rango de 30-300 gigahercios. El 5G, de hecho, utiliza bandas de frecuencia que ya en uso como la de 700 MHz (por la que actualmente discurre la TDT), y la de 3-4 GHz que está por debajo de las actuales frecuencias WiFi, según expertos.
La Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear ha declarado no tener los efectos negativos para la salud en el caso de radiación más intensa. «La radiación puede entrar en contacto con la piel, por ejemplo, cuando ponemos un teléfono móvil 5G en nuestro oído para hacer una llamada. Esto es cuando estamos más expuestos a la radiación no ionizante. Pero esta exposición está muy por debajo del nivel de seguridad recomendado. La radiación 5G no puede penetrar la piel ni permitir que un virus penetre en la piel. No hay evidencia de que las frecuencias de radio 5G causen la propagación del coronavirus», recuerdan expertos en «Science Alert».